10 Junio 2014 (Una Mañana Muy Especial)

                                   Hola hoy Sión nos lleva al Señor.

                                   UNA MAÑANA MUY ESPECIAL

                                   Llevamos días preparándolo. Todas estamos ilusionadísimas, pero los nervios ya están a flor de piel. Hay quien no para de dar vueltas revisando que hasta el último rincón esté limpio y bonito. Ayer por la noche, en la sala del recreo, dejamos preparadas unas mesas con la cubertería de solemnidad. Y, bueno, ahora mismo la sacristía parece encerrar todos los vientos de la tierra: ¡sólo se oyen carreras de aquí para allá!

                                   ¿Se han vuelto locas estas monjas? ¡Noooo! Lo que ocurre es que hoy el Señor va a hacernos un regalo muy especial. ¡Viene a visitarnos el Maestro de la Orden! ¡El sucesor de Santo Domingo! Es una ocasión única. A penas faltan unos minutos para que llegue...

                                    Lleva ya unas semanas en Caleruega, donde se ha reunido con frailes, federales, prioras, maestras... Fray Bruno Cadoré va camino de Burgos y, por un detalle lleno de cariño de nuestro Prior Provincial, parará por nuestro monasterio a celebrar la Eucaristía. Al terminar desayunaremos todos juntos: privilegios del Maestro, que puede entrar en clausura con todos sus acompañantes. Aprovechando la confianza, me tomo la libertad de recordar que la envidia no es cristiana... ;)

                                    ¿Sabes qué? La Orden de Predicadores es la única en toda la Iglesia en la que al superior mayor se le llama “Maestro”. Ese fue el deseo de santo Domingo. Un fraile me explicó una vez que este detalle está lleno de significado. Somos la Orden del estudio. Y el auténtico maestro no se caracteriza por saber mucho, sino porque nunca se cansa de aprender. Es un buscador más, que abre camino a todos los buscadores de la verdad que formamos la gran familia dominicana.

                                    Así pues, hoy el reto del amor es ser tú también maestro al estilo dominicano. Es decir... ¡hoy toca aprender! ¿Y sabes que es lo que se aprende con mayor facilidad? Lo que te llama la atención, lo que te sorprende.

                                    En tu oración de hoy, preséntale a Cristo todo tu día y pídele un corazón de niño, capaz de sorprenderse con todo lo que ocurre a su alrededor. Deja en el Sagrario tus esquemas, tus ideas, todo lo que conoces y controlas. ¡Déjaselo a Cristo y hoy vive el día de su mano! Hoy es un día nuevo, totalmente diferente. Estrena ese corazón de niño que Cristo te regala y ¡asómbrate con las maravillas que hoy va a mostrarte! No des nada por supuesto. El Maestro de Galilea camina a tu lado. Observa, escucha, vive. ¡Hoy todo es un regalo! ¡Que disfrutes el día!

¡VIVE DE CRISTO!

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