Buenos días amigos. El reto del Amor de hay es quitar tu contestador automático... para tener linea directa.
El tiempo de Cuaresma es un tiempo privilegiado para profundizar mas en intimidad con Cristo, y sacar algún ratillo mas para estar con Él en la capilla. Casi siempre soy yo la que le hablo y hablo y le cuento todo lo que me alegra, lo que me preocupa, lo que necesito. Le doy gracias por lo que me cuida, le presento a todos los que quiero a los que me piden oración, pido por los que leéis el reto aunque no os conozca, le abro mi corazón y saco todo lo que hay dentro, y luego le digo: "¿y tu qué? ¿no me dices nada?" E intento escuchar pero al poco tiempo me acuerdo que no le he dicho esto, o esto, o lo otro y otra vez hablo yo. Y ¿qué ocurre? ¿por qué es tan difícil reconocer la voz de Cristo en mi interior hablándome?
No os podéis imaginar lo que me pasó. Salía de comer y la Madre Priora va a por el teléfono para quitar el contestador, por si llaman, para que entren las llamadas durante el recreo. Yo la acompañé, y mientras le estaba esperando, el Señor me hablo por dentro así: "eso mismo me pasa a mi contigo, durante todo el día tienes puesto el contestador, yo intento hablarte en cualquier momento y nunca estás. Siempre ocupada en mis cosas pero sin escuchar, me salta tu contestador automático, menos un ratito que lo quitas e intentas escuchar me, pero en ese momento no coincide que te estoy hablando".
Yo me quedé asombrada, sobrecogida pero tenía razón, además no me lo decía reprochándome nada sino con inmenso cariño.
Por eso, el reto de Amor de hoy es quitar el contestador automático e intentar hacer paradas durante el trabajo para decirle "habla Señor que te escucho", e intentar tener la línea abierta.
¡VIVE DE CRISTO!
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