Ayer por la mañana me viene la Madre Priora y me dice: Lety van a venir unos obreros del ayuntamiento a arreglar los canalones de la Tapia para que el agua caiga por fuera. A mi me pareció bien. Por la tarde fue la sorpresa, cuando me voy a dar un paseo y veo que en el jardín hay una máquina grandísima, el cemento por donde paseamos lo habían roto al pasar esa máquina, los Nogales les habían podado para pasar( pero sólo de un lado, así que ahora todos inclinados para la izquierda) el jardín levantado por el peso de la máquina y todo para arreglar un canalón. No me lo podía creer, tanto destrozo ..... Me volví con un enfado y con mucha pena.
En la oración al Señor le conté mi enfado y El me pregunto: ¿y tú? Yo le conteste: yo no les hubiera dejado entrar, que trajeran otra máquina más pequeña, con más cuidado... Pero el Señor me volvía a preguntar: ¿ y tú? Yo no entendía y vuelvo a escuchar: ¿ y tú como tratas a las personas cuando yo te pido que arregles un canalón que en su vida se ha roto? Ufffff... Es verdad cuantas veces se pasa por encima del jardín para llegar al canalón, se poda lo que nos molesta o se rompe el cemento que otro ha construido. Cuando el Señor nos pone una persona con un problema en nuestras mano, ¿la escuchamos con atención o estamos pensando que contestarla a la vez que esta hablado? , ¿entramos con delicadeza en su vida o pisamos fuerte?. ¿La aconsejamos desde el amor o rompemos lo que otros han construido?
Hoy el reto del amor es arreglar el canalón de la persona que te llame por teléfono. Escúchala, acógela, ámala... verás como el canalón se arregla y no es necesario destrozar el jardín.
Que pases un feliz día.
¡VIVE DE CRISTO!
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