Hace unos días paseando por la huerta me encontraba, con pequeñas montañas de pajas, las mire y me di cuenta que debajo había tierra. Me senté en el suelo y me puse a mirar de donde venía ese fenómeno, de repente veo pequeños animalitos negros todas afanosas. Eran hormigas, estaban sacando del hormiguero la cáscara de todo lo que se habían comido durante el invierno. Era impresionante mirarlas tan pequeñas y con que empeñó trabajando poco a poco. Y llegaron ha hacer una montañosa de todo lo que ya no les servía, estaban vaciando su casa para llenarla de nuevo para el invierno. Me las quede mirando con admiración y mire para el cielo, le preguntaba al Señor que es lo que esta secó en mi vida, que tengo que sacar, ya que esta ocupando un lugar innecesario. Mientras que si lo saco dejo cabida a la vida.
Hoy el reto es que saques de tu vida una pajita seca, es verdad que quizás no notes nada pero una tras otra poco a poco sentirás que la montaña que tienes dentro que te impide amar, empieza a construirse fuera. Y me pregunto: ¿ quién esta fuera? Ayer volví a dar un paseo y las montañas de paja habían desaparecido, el viento se lo había llevado todo sólo quedaban las hormigas buscando nueva vida. Cristo esta sentado juntó a ti esperando tu paja, para con su Espíritu hacerla volar. Pero necesita tu libertad, necesita que tu se la entregues, que le entregues una por una cada cosa que te pesa, que saques todo y lo dejes en su Cruz. Y el te dará un nuevo Fruto para alimentarte.
Que pases un feliz día y deja que el Amor sea el que lo guíe.
¡VIVE DE CRISTO!
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