Ayer vino una amiga a compartir y por la noche cuando estábamos rezando me fijé en los zapatos que llevaba, acababan en punta, y sólo hacia que pensar: tengo que preguntarla si la llegan los dedos hasta la punta del zapato. Mientras rezábamos pensaba cuando de pequeña, me compraban unos zapatos un número más grande para que no se me quedarán pequeños rápido y mientras me crecía el pie en la punta me ponían algodón. Siempre lo lleve mal pues cuando el zapato ya por fin me quedaba bien resulta que les había roto.
Pensaba en la finalidad del zapato, llevar el pie sujeto, un toque elegante a tu manera de vestir..... Nosotras nuestro Padre Santo Domingo quiso y quiere que nuestro hábito sea con zapato negro.
Total que yo no paraba de mirar los zapatos de mi amiga y al acabar de rezar se lo pregunte y mi sorpresa fue que efectivamente los dedos no llegaban a la punta, se quedaban un buen trozo atrás.
Me dio pena pues pensé que el zapato no estaba cumpliendo la finalidad para lo que se le había creado.
Ahora estamos en un tiempo especial de Cuaresma donde Cristo nos lleva a su zapatería, donde quiere regalarnos sus zapatos, quiere que caminemos con sus zapatos. El te pone hoy delante de ti el bien y el mal. Te deja libertad para que tu elijas. Hoy Cristo te regala un nuevo día donde te tiende la mano, donde todo esta creado a tu medida, donde nada es ni pequeño ni grande, es justo tu número.
Hoy el reto del amor es ponerte los zapatos de Cristo, sí, los que El te regala. Hoy el amor no juzgar, saber entender que no todos encuentran a la primera sus zapatos, que la vida muchas veces nos queda grande o pequeña. Que muchas veces actuamos de una manera que no queremos. Por eso hoy el reto del amor es ponerte los zapatos de Cristo y no juzgar a tu hermano sino amarle, entenderle, tenderle una mano, disculparle, invitarle a un café. Lo que te salga del corazón pero por favor no le juzgues por que lo que haces es privarle de unos zapatos.
Y deseo que hoy pases un feliz día, que puedas disfrutar de todo lo que el Señor te regala y sobre todo no olvides que los zapatos la finalidad que tienen es para caminar.
¡VIVE DE CRISTO!
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