6 Marzo 2014 (Saberte Necesitado de los Otros)

                                  Hola buenos días hoy nos lleva al Señor, Israel. Que pases un feliz día.

                                  Hoy el reto del Amor es saberte necesitado de los demás.

                                  Ayer por la mañana, necesitábamos cortar unas imágenes en papel con forma de círculo, de no mas de 2 cm. Estuvimos pensando como hacerlo y después de ver que con tijeras era muy difícil que quedase bien, sacamos un cúter que corta circular, pero que era tan moderno que tardábamos muchísimo y no se cortaba del todo bien.

                                  Total que lo dejamos para irnos al rosario y a comer... y al levantarnos de la siesta para ir a nona, Lety me dijo que ya se le había ocurrido como hacerlo.

                                   Recordó que ella tenía un "sacabocaos" de hierro, que hace agujeros golpeando con un martillo, que seguro que nos funcionaría, el problema era "¿dónde estará?". "Seguro que está en el taller de Nazaret, me dijo ella (es una sala que es de herramientas y de trabajos de este tipo, en la que ella trabajó mucho antes de ser madre maestra).
Al acabar nona, nos fuimos en búsqueda del "sacabocaos"; yo, sinceramente, no daba un duro por que aquello funcionara.

                                    Y ella seguía:
                                    -como supongo que no lo vamos a encontrar se me ocurre hacer uno casero. Si encontramos un tubo de cobre... mira, mira, como ese que va por ahí del gas, yo lo corto y lo afilamos para hacerlo' me iba diciendo.
                                    - 'como se nota que te has tenido que buscar la vida durante los 18 años que llevas aquí, a mi ni por asomo se me ocurre eso', le contesté.

                                    Llegamos al taller y no encontrábamos ni lo uno ni lo otro, y a esto la Madre Priora fue a buscar otras monjas para ver si ellas sabían...

                                    Apareció Aroa, que ella había estado ordenando, y nos encontró el "sacabocaos". Yo no salía de mi asombro de ver aquel cacharro.

                                    Y nos pusimos allí mismo las cuatro intentado ver como cortarlo. Cogimos el papel y con un cartón debajo...No! Con cartón no funciona; con madera...tampoco.

                                    Cuando, de pronto, aparece sor Rosario con unos "sacabocaos" que tenía ella, pero esos eran muy pequeñitos. Cuando nos vio lo que intentábamos hacer, rápidamente echó a correr diciendo: '¡plomo, para eso el plomo!' y nos trae un cacho de plomo liso, que yo no salía de mi asombro.

                                    Efectivamente, así fue como comenzó a funcionar la cosa: con la base de plomo, poníamos encima el papel, y golpeábamos el "sacabocaos" con el martillo. Yo volvía repitiendo: 'es que no me lo puedo creer'.

                                    Al final ni el mejor cúter del mundo ni nada, la sabiduría de los demás, necesito a los demás. Seguramente si hubiera tenido que pedir ayuda a una hermana a la que no se me habría ocurrido es a sor Rosario, la mas mayor.

                                    El Señor se valió de esto para mostrarme que los demás me aportan una sabiduría que ayuda, agiliza, me saca de mí misma, pero sobre todo que da alegría. Porque, sí, quizá lo hubiéramos podido hacer bien con unas simples tijeras, o volviendo a intentar el cúter, pero al querer arriesgar, al dejarse ayudar por los demás, conseguimos cortar mucho mas que lo que habíamos hecho en toda la mañana.

                                   Quizá pienses que en muchas cosas es mejor no pedir ayuda, que tú te apañas y así no tienes que estar a explicárselo a nadie, o así no tienes que estar pendiente, pero hoy Cristo te espera ahí, en esa persona que se alegrará profundamente de ver que le necesitas.

                                   Si necesitas a alguien le estás amando, porque le dejas formar parte de ti.
                                  Cristo te necesita, ¿necesitas tu a alguien hoy?

¡VIVE DE CRISTO!

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