3 Abril 2014 (Ser Cireneo de Jesús)

                              Hola buenos días hoy el reto del amor es ser CIRENEO de Jesús.

                              Ya llevo dos semanas comentando alguna estación del viacrucis y quiero seguir profundizando en los personajes tan interesantes y curiosos que nos encontramos en este camino. Hoy es el Cirineo el que nos llevara a Jesús.

​                               Creo que esta estación no está bien formulada; debería ser: "El Cirineo es empujado, es obligado a ayudar..."

                                ​Señor, ¡ni eso!, ni un voluntario tienes en tu pasión. ¿Ayuda? Sí, ¡pero a la fuerza!. Ni siquiera tienes el consuelo de recibir ayuda voluntaria...¡todo a la fuerza, sin corazón!.

                                ​Quiero, Señor, dame la gracia de no pensar en lo grande que es ayudarte; quiero que no me dejes caer en la soberbia por ser Cirineo...¡el mérito es tuyo!¡todo tuyo!.

                                ​¿Por qué un Cireneo?, ¿no habías calculado ya tus fuerzas...?, ¿la pasión superó tus cálculos iniciales?.

                                ​¡Nada de eso!. Creo que quisiste un Cirineo por pura pedagogía. Tú sabes -para eso eres Maestro- que es bueno que la educación no sea gratuita del todo; aunque el alumno sea pobre, aunque no tenga nada, es bueno que ponga al menos un poquito,un uno por ciento, para que se sienta implicado, para que valore las cosas, para que sea responsable, para que lo aproveche bien... Quiero pensar que por ahí van los tiros del primer Cireneo.

                                ​¿ Cireneo yo?. Me imagino a los soldados buscando un ayudante, un pinche para tu Cruz. Unos mirarían en otra dirección, otros no querían mancharse, otros se irían retirando de la fila según se acercaba el que buscaba cireneos... hasta que llegó al tal "Cirineo". Quizá fue el tonto del barrio, el inocente que no miró para otro lado, ni se retiró, ni temía mancharse; simplemente, nunca creyó que le tocaría...

                                ​Me imagino... ¿por qué a mí?, ¿qué he hecho yo?, ¡que cojan a alguien de la cárcel!... ¡Cuántas disculpas, Dios mío, ante la Cruz!...¿Qué he hecho yo para que me toque esto?, ¿qué para este dolor?, ¿qué para este lugar?¿qué, qué, qué?.

                                ​¡Cuántas veces me resisto a ser Cirineo voluntario, cuántas veces me muevo por la repugnancia a la Cruz!... Y ¡qué feliz me haces cuando digo que quiero ayudarte, que aquí estoy para lo que haga falta...! ¡Cómo aligeras Tú el peso de la Cruz...! Tú sabes que yo no puedo con ella; eres Tú quien la llevas, soy yo el beneficiario de ir a tu sombra.

                                ​ Jesús , decirte Sí es recibir alas, es volar alto, es ir con alegría.

                                Hoy el reto del amor es ser un buen cireneo para Cristo y para los hermanos. Que no tengas miedo a la cruz, por que la llena Jesús, a ti te pide que le ayudes y vivas a su sombra.

                                ​¡Dame, Dios mío, la gracia de ser un buen Cireneo para ti y también para mis hermanos!.

¡VIVE DE CRISTO!

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