26 Abril 2014 (Optar por Cristo)

                                   Buenos días, hoy Israel y Sión nos llevan al Señor. Que pases un feliz día

                                   ¡Ya está todo preparado! ¡Por fin ha llegado el gran día de la Toma de Hábito! La Iglesia está preciosa, llena de flores. El hábito, las coronas, el rosario... cada cosa está colocada en sus respectivos cestos delante del altar. Y la novia, ¡está más guapa que nunca!

                                    Esta ceremonia es “la de las grandes transformaciones”. Lo más llamativo es, evidentemente, el momento de la vestición, cuando la Priora y la Madre Maestra ponen el hábito a la postulante. Delante de todos, ¡aparece una criatura nueva!

                                    Pero, ¡espera! ¡Eso no es todo! En la ceremonia Julia entrará en la Orden y comenzará de forma oficial el Noviciado. De postulante se convierte en novicia. O, como explica ella usando el lenguaje laboral, “de chica en prácticas paso a becaria”. (Según eso, nosotras ya tenemos el contrato temporal, ji ji...)

                                    La ceremonia de las grandes transformaciones, sí. Pero, como pasa siempre con el Señor, para que todo esto pueda suceder hay que abrir la puerta de nuestra libertad. A lo largo de todo el rito se le da muchísima importancia. En las oraciones, en el interrogatorio... continuamente se muestra de forma publica que es una entrega libre.

                                    Hoy queremos darle las gracias a Cristo por el inmenso regalo que nos ha hecho con Julia. Tantos momentos compartidos, tantas aventuras juntas... ¡y lo que aún nos queda! La transformación esta tarde va a ser patente, pero esta nueva vida comenzó con su encuentro con Cristo. Es Cristo con su amor quien da sentido a toda una vida, quien llena de alegría la entrega, quien hace que cada día sea nuevo. De su mano es posible decir un sí para siempre, porque Él permanece fiel.

                                     Hoy el reto del amor es optar tú también por Cristo. ¡Únete a Julia, apuesta por Jesucristo en tu vida! Él está deseando hacerte plenamente feliz, pero necesita tu sí de hoy. Toda la omnipotencia de Dios se detiene humildemente ante la puerta de tu libertad. No te vamos a engañar: si le abres, te pondrá todo patas arriba. ¡Nunca se sabe dónde puedes acabar con este guía tan especial! Sólo una cosa es segura: te colmará de felicidad, tu sonrisa se volverá tan radiante como la que brilla hoy en los labios de Julia. Sí, colgarse de Cristo es arriesgarse, dejar de tocar el suelo, dejar de tenerlo todo bajo control... ¡para volar en sus brazos, disfrutar del Cielo en la tierra! Así pues, ¿qué harás tú hoy? ¿Optarás por Cristo? ¡Feliz día!

¡VIVE DE CRISTO!

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