20 Febrero 2014 (Sensación Térmica)

                               Hola buenos días hoy nos lleva al Señor, Sión. Que pases un feliz día.

                               SENSACIÓN TÉRMICA

                               Hay quien dice que el frío de noviembre es exactamente igual al frío de febrero. Puede que sea verdad en cuanto a los grados, pero para mí son fríos bien distintos.
                                El frío de noviembre anuncia la llegada en serio del invierno. En cuanto empieza, una ya se hace a la idea: sólo se puede esperar más frío.

                                El frío de febrero es diferente. Ayer, mientras paseábamos, (omitiendo los “avances” en la reparación del canalón), me di cuenta de un montón de cosas: cada rincón de la huerta está alfombrado con hierba verde, las cigüeñas volaban a escasos metros sobre nosotras, y el gran olmo del cementerio vuelve a cantar gracias a todos los pajarillos que llenan sus ramas... Los árboles siguen sin hojas, hace frío, pero ahora es diferente.
                                Hoy el reto del amor es vivir la primavera. Bueno, no me refiero a que hoy pongas patas arriba el armario sacando ya las camisetas de verano...
                                He estado dando muchas vueltas en la oración qué hace que este frío sea distinto. Y, ¿sabes qué me ha respondido el Señor? “Es que es un frío con esperanza". ¡Es verdad! La sensación térmica es igual que en noviembre, pero todo en la huerta señala que pronto volverá el calor, llegará la primavera. ¡Y qué distinto se vive cuando tienes esperanza!
                                Creo que así somos nosotros. A veces vamos con prisa, no atendemos a los de alrededor como deberíamos, nos sale el mal humor... sí, en nuestra huerta a veces también hace un poco de frío. Sin embargo, ¿tu frío señala al invierno o a la primavera? ¿Es un frío con esperanza?

                                El otro día en clase Lety nos hablaba de la gracia santificante. Un cristiano nunca debería decir: “Es que soy así" sino “Es que soy así... todavía". ¡Cristo te está cambiando! Si le dejas entrar en tu vida... ¡él hará que todos tus inviernos se conviertan en primavera! Puede que hoy tú y yo metamos la pata, pero te invito a no quedarte caído. Hoy te propongo cantar con el profeta Samuel: “Mi boca se ríe de mis enemigos, porque gozo con tu salvación" ¡Con Cristo siempre hay esperanza! ¡Feliz día!

¡VIVE DE CRISTO!

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