31 Marzo 2014 (Desde la Pobreza)

                                 Hola buenos días hoy Julia nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.

                                 Últimamente tenemos muchas visitas a raíz del reto, a mi me impactan y sobrecogen. Vienen a ver si somos reales, de carne y hueso, hay quien vino para confirmar que no eramos un "colgado" escribiendo desde su hamaca en la playa, nos miran y por dentro te sale pensar "esto me desborda, pero... si yo no soy nada"... Nos hacen preguntas, muchas preguntas entre ellas: "¿Pero no tenéis roces entre vosotras? ¿no teneís problemas?" o exclaman "¡que gozada veros como nosotros!". Muchas veces se piensa que un religioso, consagrado, sacerdote por el hecho de serlo es o debe ser perfecto y no... somos como tú y ya ves que no hacemos nada por esconderlo en el reto: metemos la pata, tenemos un cubo eterno en el baño, la sala "se nos" desordena, cometemos faltas, nos equivocamos, tenemos roces... vamos que... ¡somos humanas! y no nos asusta que veas nuestra pobreza, es ahí donde te ves necesitado de Cristo, es ahí donde le puedes experimentar, es desde la pobreza donde se construye la comunidad.

                                No creas que es fácil vivir esto, estamos culturalmente educados a vivir en perfección a "tapar" fallos, a "tapar" equivocaciones y... sin quererlo nos volvemos inhumanos con nosotros y con los demás, exigimos en el otro lo que nos estamos exigiendo a nosotros, buscamos "logros de perfección" que en lugar de llevarnos a Cristo nos llevan a engrandecer el "yo", a hacer las cosas para que nos vean, miramos desde arriba, logros para superar la "bondad" de otros, no se nos mueve la ropa cara a la galería y en el fondo... estamos destrozados, hacemos mil artimañas para arreglar los líos montados y... la liamos más finalmente: nos rompemos por dentro, objetivo inalcanzable.

                               Hoy te invito a parar, a mirar dentro de ti. ¿Qué hay? ¿qué te desagrada? ¿qué quieres arreglar en tu vida? Cristo quiere encontrarse contigo en tu pobreza, no necesita tu perfección para nada por que aunque te parezca que sí, El ahí no puede entrar. Entregale lo que sientes, déjate salvar por El, muchas veces pensamos que tenemos que "llevar nuestra cruz", apechugar con nuestros errores y "castigarnos" por ellos pero no... sólo hay una cruz, es la de Cristo y en ella muere por todo aquello con lo que no puedes de ti y te lo devuelve resucitado en forma de perdón, acogida, sanación, descanso, paz y sobre todo en un sentirte amado incondicionalmente. 

                             El reto de Amor de hoy es ver qué lugar ocupa la perfección, la auto exigencia en tu vida, ponerte delate del Señor y pedirle amar tu pobreza, no tener miedo a "reírte" de ti, a compartir tus traspiés y desde ahí es dónde descansarás, te encontrarás con Cristo y te unirás verdaderamente al otro pues ya no serás "superior" si no hermano, no caminarás por delante, caminareis juntos. Cristo no te quiere perfecto, te quiere enamorado y El brillará en ti en tu pequeñez.

¡VIVE DE CRISTO!

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