21 Marzo 2014 (Busca el Rostro de Cristo y Limpialo)

                             Hola buenos días hoy el reto del amor es descubrir el rostro de Jesús y limpiarle.

                             Llevo unos días que cuando bajó al coro, de frente tengo el viacrucis y más concretamente la sexta estación, sí Verónica limpia el rostro de Jesús.

                            Ayer no podía dejar de mirar el cuadro preguntándole a Verónica, cual fue el motivo que la movió, a acercarse a Jesús.

                            La Verónica: ¡una loca!. Sólo una mujer loca de amor era capaz de hacer lo que Ella hizo... ¡loca de amor!.

                            ​Sin miramientos, sin pararse a pensar en lo que iba a decir la gente, sin calcular si la iban a dar permiso... se lanza movida sólo por el amor al Señor. ¡Sólo y todo por amor!.

                            ​Quiere consolar sólo un poco, quiere aligerar el dolor, quiere limpiar el rostro de Cristo de esos goterones de sangre y sudor que le empapan... ¡Es la señora de la limpieza de la pasión!. Seguro que llevaba en las manos un paño de limpiar o un paño recién lavado... ¡algo tenía que ver con su trabajo!.

                            ​Fue directamente al rostro de Jesús, y Jesús se dejó hacer. El Señor se derrite ante cualquier manifestación de cariño. ¡Se dejó limpiar!.

                            ​También en esto quería ser semejante a los hombres. Nosotros nos dejamos limpiar por el paño de la misericordia de Dios y nos deja grabado el rostro de su Hijo; el Hijo se deja limpiar por una mujer y también se deja, mejor, se lleva grabado el rostro del Hijo.

                            ​Verónica no buscó premios, sólo fue movida por el amor. No quería ver el rostro de quien amaba oculto bajo el dolor... hizo realidad con este gesto el grito del salmista: ¡Tu rostro buscaré, Señor, no me escondas tu rostro!.

                            ​Señor, a estas alturas de la vida, no creo que escondas tu rostro. No es problema tuyo; es más bien problema de miopía mía. Verónica podría haberse parado a pensar si realmente "Aquel varón de dolores" era el Hijo de Dios... ni siquiera sabemos si Verónica era discípula de Jesús o sólo se lanzó a limpiar...

                             ​Con intuición femenina vio y se lanzó... no perdió tiempo.

                             ​Cuántas veces por pensar demasiado, dejo pasar mil posibilidades de limpiar tu rostro. Pienso: ¿cómo va a ser el rostro de Jesús... en ese pobre que bebe o va sucio... en esa mujer que no cuida su casa... en aquel que todo lo ve mal... en aquel que siempre malinterpreta mis acciones? ¿Cómo va a estar tan desfigurado el rostro de Jesús...?

                             ​La Verónica responde diciendo que el camino en que encontró a Cristo no era una pasarela de belleza... encontró un rostro desfigurado. Vio, actuó y se llevó para siempre el rostro del Amado.

                             ​Dame, Dios mío, intuición para verte y corazón de enamorado para amarte, estés como estés.

                             Hoy el reto del amor es buscar el rostro de Jesús y limpiarle. Feliz día.

¡VIVE DE CRISTO!

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