Ayer por la tarde estuvimos maquetando el víacrucis que vamos ha hacer en radio María el Viernes Santo, en total somos siete así que nos toca a dos estaciones cada una.
Cada estación ha nacido de la oración y va ir acompañada de una canción que la monja ha elegido.
Pues hoy nos lleva Israel al Señor ya que ayer me impacto mucho su estación.
9ª Estación: Jesús cae por tercera vez.
No es muy alta la colina del Gólgota. Pero, este final es realmente duro por rocoso y escarpado. Vemos como Tu agotamiento al caer en tierra por tercera vez es total.
¡Qué real fue la Pasión de Cristo! De nada le vale al que dice: “claro, como Él es Dios…” Jesús murió como un pobre vencido por los últimos metros de la colina.
Su humillación fue hondísima, en proporción directa con el pecado del hombre. Que insondable debe ser nuestro pecado, que profunda la destrucción que ha hecho en nosotros. Jesús tuvo que pasar por todo para que no quedara nada sin redimir.
Señor, esta tercera caída es la humillación con tuerca y contratuerca. Para que aprenda a la tercera, el gran Amor que me tienes.
Señor, de nuevo en el suelo. No hay tres razones por las que te caigas. Siempre es la misma razón: ¡porque me amas, porque me amas , porque me amas!
Nada nos hechas en cara. No, tus caídas son palabras de enamorado: ¡te quiero!, ¡te quiero, no desde la altura!, ¡te quiero, no cuando todo va bien! ¡te quiero, más que nunca, cuando te sientes así, pequeño y pobre!
Por eso, hoy Señor, me rindo a Ti, me postro ante Ti. Te entrego mi caída, me conmueve a ello tanto Amor.
Porque ahora siento una Esperanza Nueva, pues si Tu caíste, y ahora vives, sé que eres Tu quien me levanta de nuevo.
Señor, me rindo del todo a Ti, que no te cansas de buscarme en esta bajura de mi vida.
El verte a Ti así, aquí abajo, me hace a mi sentirme profundamente amada, así, como soy y como estoy.
GRACIAS SEÑOR.
¡VIVE DE CRISTO!
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