Buenos días, hoy el reto del Amor es "vaciar la sala".
Según entras en el noviciado, te encuentras con una sala grande con dos mesas, sillas y el futbolín. Yo diría que más que una sala es un almacén: nos dan una bolsa con geles la dejamos ahí para en "algún momento" colocarla en su sitio, ropa para la ropería queda almacenada a la derecha de la puerta esperando a que la lleven antes del cambio de estación, bolsas que dejamos por que "pilla de paso", el material extendido para la siguiente jornada... se llenan las mesas, sillas y... hasta el pobre futbolín quedando impedido para cumplir su función... una catástrofe de jugadores sepultados por todo tipo de cosas... pero tranquilo que de vez en cuando, cuando hay un momento para parar, y lo dejamos impecable. Ayer fue uno de esos días en que decidimos parar, mirar la sala y llevar cada cosa a su sitio. ¡un buen despliegue! pero de repente, se escuchó a Lety que dijo: "¡cómo se nota que aquí hay vida!" y ahora que lo pienso,es verdad; no es desorden, es velocidad, es estar embarcadas en mil aventuras del Señor a la vez y no tener tiempo ni para dejar las cosas en nuestras celdas o en el lugar que les corresponde. No nos damos cuenta cuando dejamos las cosas por que es progresivo pero cuando miramos, cuando paramos... uffff y que gozada cuando queda todo limpio y recogido.
Ahora pienso en nuestro día a día, pienso en ti, en medio de la gran ciudad, en ese pequeño pueblo, en tu trabajo... ¡cuánta vida!, es normal que en esa sala de tu interior, en tu corazón vayan acumulándose bolsas de malos ratos, bolsas de circunstancias que no entiendes, de miedos, bolsas de cansancio, cajas de malos ratos, mochilas de sufrimiento, de meteduras de pata... a veces se nos acumulan tantas cosas que igual que pasa a nuestros pobres jugadores del futbolín vamos tapando el corazón, lo vamos llenando más y más de cosas que nos hacen sufrir y lo incapacitamos para amarnos, amar a los demás y lo que es peor... con una sala en ese estado, no nos atrevemos ni a mirar a Cristo, nos da vergüenza que nos vea tan pobres, tan desastres. Pero no es así, hoy (y todos los días) el Señor está a tu lado en todo momento, en tu día "con vida", tiene los brazos extendidos para que le dejes cargar con las bolsas, mochilas, cajas...te dice: "dámelo, yo estoy aquí para cargarlo por ti, para actuar en todo aquello que te preocupa, no te avergüences, yo te quiero así, no busques ser perfecto, deja la imagen, descansa en mi, no cargues tú con ello, no lo dejes en tú corazón". Prueba a hacerlo, prueba a dejar de cargar tú con todo, siéntete amado y transmite ese amor a los demás.
Hoy el reto del Amor es parar, mirar "nuestra sala" y recoger ¿cómo? ¡muy fácil! no tienes que organizarlo, ni distribuirlo, ni deslomarte sólo mirar a Cristo y dejarle que lo lleve "venid a mi todos los que estáis cansados y agobiados que yo os aliviaré". Verás que gozada cuando queda todo "limpio y recogido", déjate ayudar por El.
¡VIVE DE CRISTO!
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