DÉJATE SALVAR POR CRISTO.
Algo de lo que más cuesta en la vida es dejarse hacer, porque es reconocerse impotente , limitado, pobre, necesitado etc. Y, sinceramente, ¿quien no percibe en el fondo la necesidad de ser el mejor, tenido en cuenta, reconocido, apreciado...? de hecho ese sentimiento de vergüenza, retraimiento, timidez que nos paraliza; en el fondo ¿no es temor de hacerlo mal, de evitar el fracaso, el ridículo, y el desprecio...?
No olvidemos que nuestro mayor motor es el amor: amar y sentirse amados ; es como la sangre para las venas, es como la motivación para ponerse en macha , para entregarse a algo; necesitamos que nos necesiten porque supone ser valorados. Y ¿quién no tiene mil heridas en esto? Mejor es reconocerlo. Cuando estás atado o herido , si no tienes una perspectiva de ser soltado o sanado, difícilmente te expones a manifestar tu realidad; pero cuando alguien te ofrece una posibilidad de ser sanado , te pones más fácilmente en camino de dejarte hacer, pues generalmente tu ya no puedes hacer más.
Visto el planteamiento , vamos a mirar a nuestro alrededor: vivimos a punto de celebrar la Semana Santa, tenemos nuestras iglesias y calles dispuestas a desplegar toda su capacidad de exaltar un hecho: la Pasión de Nuestro Señor Jesucristo; las gentes y los pueblos preparan trajes, flores, cantos, velas ...es algo hermosísimo contemplar las calles convertidas en iglesias (como me decía un amigo de Zamora) y es verdad que en esas procesiones hay muchos corazones emocionados por la Pasión de Cristo, etc.
Y me pregunto , tú y yo ¿ nos creemos que ese Cristo tan llagado y doliente está así y ahí para sanar tus heridas y las mías? ¿ de verdad nos damos cuenta de que cada día ese Misterio de Amor , el Sacrificio de la Cruz, se realiza en la Eucaristía a la que asisto , que el Hijo de Dios está entregando su Vida para que yo pueda ser liberada de lo que me impide amar y vivir de El?
Pues SÍ , se nos pone delante la oportunidad de nuestra vida: dejar que Cristo nos ame, nos libere , nos abrace , nos devuelva la alegría de sabernos amados sin condiciones , de entregarle Todo lo que me pesa para que se quede en esa cruz y yo abrazado a El renazca resucitado en la Pascua.
¡Qué reto tan hermoso! Poder entrar en esta Gran Semana con la perspectiva de la más grande Historia de Amor , pero no como folclore, ¡no! sino como proyectado para mí , es ese Encuentro esperado entre El y yo, es esa cita a la que vas emocionado porque el corazón te vibra de una manera especial e intuyes que algo grande va a suceder en ti . Entonces : deja a Dios que sea Dios y, por fin te de el Abrazo que soñó para ti al enviar al Hijo amado; desde este momento iniciaréis juntos para siempre el camino de retorno al Padre, que tiene preparada una eternidad Feliz.
¡VIVE DE CRISTO!
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