CUESTIÓN DE BOCETOS
¡¡Ya estoy de nuevo por aquí!! Antes de nada quiero darte las gracias por tu oración por mí. ¡¡Me he sentido muy arropada!! Ya no sólo iba en brazos del Señor... ¡iba en brazos de su Iglesia! ¡Gracias...!
Y ahora... ¡a recuperar fuerzas! Ya que no puedo hacer casi nada, estoy aprovechando para leer mucho. Ayer Lety me dió un papel interesantísimo en el que explicaban cómo dibujar manos. La verdad es que, cuando me pega la vena artística, las manos en mis dibujos no superan el nivel de 1º de infantil, así que cogí el escrito con muchísima emoción.
En la pequeña introducción no hacían más que insistir en la importancia de las líneas guía. Éstas son formas básicas (cuadrados, círculos, rectas...) que permiten calcular las proporciones y son la base del dibujo, a partir de las cuales se comienzan a trabajar los bocetos. O, dicho en castellano callejero, líneas guía = garabatos orientativos.
Terminada la introducción teórica, llegaba la parte práctica. Empezaron con el dibujo de la mano trazando...
Y ahora... ¡a recuperar fuerzas! Ya que no puedo hacer casi nada, estoy aprovechando para leer mucho. Ayer Lety me dió un papel interesantísimo en el que explicaban cómo dibujar manos. La verdad es que, cuando me pega la vena artística, las manos en mis dibujos no superan el nivel de 1º de infantil, así que cogí el escrito con muchísima emoción.
En la pequeña introducción no hacían más que insistir en la importancia de las líneas guía. Éstas son formas básicas (cuadrados, círculos, rectas...) que permiten calcular las proporciones y son la base del dibujo, a partir de las cuales se comienzan a trabajar los bocetos. O, dicho en castellano callejero, líneas guía = garabatos orientativos.
Terminada la introducción teórica, llegaba la parte práctica. Empezaron con el dibujo de la mano trazando...
-¡¿Un cuadrado?! Espera, espera... -me dije- ¡Yo siempre trabajo con un círculo como base!-
A toda velocidad me leí los siguientes pasos y, acto seguido, cogí lápiz y papel. Tracé un cuadrado y empecé a dibujar. No te lo vas a creer pero... ¡me salió la mano más realista que he hecho en mi vida!
Hablando con Cristo, no dejaba de asombrarme: ¡Señor, qué cosa más sencilla y que cambio tan grande!
Hoy el reto del amor es empezar bien tu dibujo del día. El Señor te regala una hoja en blanco y un lápiz. ¿Qué vas a dibujar? Puede que tus líneas sean los trazos rápidos del ritmo de una oficina, o el trazo esforzado del estudio, o los trazos cuidadosos de dedicarte a los demás... No sé cómo será tu estilo de dibujo, pero lo importante es empezar bien.
Todo el mundo sabe dibujar un círculo o un cuadrado, no lleva más que un instante. Y, sin embargo, ¡son las línas guía, las que determinan cómo quedará la imagen final! Exactamente eso es lo que ocurre... con la oración. A penas es un rato en las 24 horas del día, pero en ella dejas que Cristo sea la línea guía de tu jornada. Es algo muy sencillo... ¡pero fundamental!
Presenta a Cristo tu día, tus planes, las personas que hoy vivirán a tu lado... Deja que Él sea tu guía, el que marque tu camino. ¡Que a la noche puedas ver su rostro de amor dibujado en tu papel! ¡Feliz día!
A toda velocidad me leí los siguientes pasos y, acto seguido, cogí lápiz y papel. Tracé un cuadrado y empecé a dibujar. No te lo vas a creer pero... ¡me salió la mano más realista que he hecho en mi vida!
Hablando con Cristo, no dejaba de asombrarme: ¡Señor, qué cosa más sencilla y que cambio tan grande!
Hoy el reto del amor es empezar bien tu dibujo del día. El Señor te regala una hoja en blanco y un lápiz. ¿Qué vas a dibujar? Puede que tus líneas sean los trazos rápidos del ritmo de una oficina, o el trazo esforzado del estudio, o los trazos cuidadosos de dedicarte a los demás... No sé cómo será tu estilo de dibujo, pero lo importante es empezar bien.
Todo el mundo sabe dibujar un círculo o un cuadrado, no lleva más que un instante. Y, sin embargo, ¡son las línas guía, las que determinan cómo quedará la imagen final! Exactamente eso es lo que ocurre... con la oración. A penas es un rato en las 24 horas del día, pero en ella dejas que Cristo sea la línea guía de tu jornada. Es algo muy sencillo... ¡pero fundamental!
Presenta a Cristo tu día, tus planes, las personas que hoy vivirán a tu lado... Deja que Él sea tu guía, el que marque tu camino. ¡Que a la noche puedas ver su rostro de amor dibujado en tu papel! ¡Feliz día!
¡VIVE DE CRISTO!
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