Hace unos días recibí una llamada. Al momento no le dí mas vueltas, pero poco después, rezando el oficio con las monjas el Señor me dio luz sobre aquella conversación. Me habló de que estaba un poco cansada, pues uno de sus hijos, el mas pequeño, no se quiere desenganchar de ella, está todo el día con ella y solo quiere estar en brazos o al menos tenerla lo mas cerca posible.
En ese momento yo me reí con ella, porque es algo normal, pero cuando me volvió aquella conversación me dí cuenta de que ese niño va a ser muy especial.
Si, porque todos estamos llamados a vivir en absoluta gratuidad, porque todos tenemos la misma raíz de gratuidad, todos hemos estado meses en la tripa de nuestra madre, toda hemos sido absolutamente dependientes de esa gratuidad que nos alimentaba, nos sostenían, y luego necesitabamos cuidados, nos gustaba que nos cogieran en brazos... pero a todos nos ocurrió que un día, estando en brazos de nuestra madre o de nuestro padre, nos quisimos soltar, nos comezó a gustar experimentar la independencia, empezabamos a querer ser autónomos, y aunque siempre sabíamos volver a esos brazos, ya nos habíamos hecho mayores.
Sin embargo, este peque no quiere ser mayor, quiere unos brazos en los que se sienta querido, los quiere porque los necesita. Y esto es muy real para mi y para ti.
Si, necesito una relación personal, mía, muy mía, en la que esté segura, en la que cada segundo del día me sienta querida por esa Persona.
Ojalá ese pequeño, crezca sólo de saberse querido en los brazos de su madre, a saberse querido en los brazos de Cristo. Porque aquella gratuidad del principio de nuestra vida es un símbolo de esta Gratuidad a la que estoy y estás llamado a vivir hoy.
Todos los momentos de tu vida han sido amados, hasta los que quitarías de tu vida, porque en todos estaba Cristo con los brazos abiertos. Aunque pensases que no estaba, Él ha estado siempre ahí, llamándote para que escuchases esos Brazos a los que volver.
Sólo experimentando este Amor, puedo Amar. Solo necesitando esta dependencia, no hago dependientes de mi a los demás, sino que estando colmada en Sus Brazos me puedo entregar a los demás.
Hoy, como cada día, muchas cosas nos empujan a crecer, a deshacernos de todo lo que no sea independencia o autonomía, como a este niño pequeño. Sin embargo el Reto del Amor de hoy es crecer, pero hacia los brazos de Cristo. Cuando te cueste soltarte de otros, o de cosas o del trabajo o de seguridades que te hacen daño, que sea para caer en los Brazos de una Persona que te Ama, y que te dice "esa Relación que buscas es la que Yo quiero tener contigo".
¡VIVE DE CRISTO!
No hay comentarios:
Publicar un comentario