13 Diciembre 2013 (¡Que no pierda la voz!)


                                   Hola buenos días hoy nos lleva al Señor, Inés. Que pases un feliz día.

                                    ¡QUE NO PIERDA LA VOZ ! 

                                    Acabamos de vivir con gran alegría y gratitud la Profesión de sor Mª Israel, y ese día es glorioso, magnífico, de Cielo, literal; pero siempre, en la preparación de los acontecimientos, hay muchos detalles que has tenido que sortear y que te han hecho practicar la CONFIANZA, es denso y precioso el tiempo de antes... yo he tenido una bonita lección de confianza. Unos días antes, algunas hermanas comenzaron con catarro, lo propio de estos fríos glaciares; cuando esto ocurre comienza la psicosis..."me lo pegarán… que no se me acerquen..que tomen tal ó cual..", yo nunca he tenido miedo, lo más unos días de malestar y ya..de eso no se muere uno...Pero esta vez yo tenía algo muy importante que hacer, para lo que necesitaba la voz y últimamente la he perdido con los catarros; y ¿ os imagináis la Priora sin poder hablar en la Profesión...? La verdad que me entró miedo cuando me noté acatarrada y comenzó la carrera de súplica y confianza, yo decía: "Señor, mira , lo que sea… pero que no pierda la voz.." ni me acuerdo las veces que lo repetí; y sabía que a El le interesaba tanto ó más que todos oyeran la preciosa Consagración de s. M° Israel. En fin, me fui dando cuenta de lo fácil que es decir que confías, pero cuando de verdad no tienes control sobre lo que necesitas y te toca creer sin más...no te queda otra que esperar con profunda fe que el Señor salga por ti, sabiendo, mejor , creyendo que se ocupa de todo lo tuyo cada momento; El sabía y deseaba la apoteósica proclamación de su gloria en tantos corazones... yo usé la leche caliente con miel, el calor de la cama, los antigripales, los caramelos milagrosos que te permiten cantar...y así fui adelante .

                                   La ceremonia salió radiante, yo tuve la voz y la entereza necesarias, por puro Don; y es que ahí vamos, al Don de la espera... ¡somos impacientes! y nos cuesta esperar el ritmo ...

                                    Pero aprendí mucho más; el Señor me regaló , con la impotencia, la capacidad de abrir los ojos del corazón al significado profundo de esta ceremonia...¿ por qué preocuparme tanto de lo exterior… cuando se realizaba algo tan importante; caí en la cuenta de que iba a recibir a través de mis manos la consagración de mi hermana ... que Cristo las tomaba prestadas... que....las mediaciones hacen presente Su Amor humanado, que El siempre está, poniendo no sólo voz a mi garganta, sino luz y fuerza y paz y...todo, para poder vivir en profundidad el Don que nos regala. El Reto para hoy es: centrar tu atención en lo más importante para no perderte lo esencial de ti y de los demás, entrega tu pequeña parte y Cristo te rebosa. 

¡VIVE DE CRISTO!

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