Buenos días, hoy el reto del Amor es vivir la amistad. ¿Qué es lo siguiente que vas a hacer con tus amigos? ¿ir al monte, a dar un paseo, un poco de deporte, ver una peli, un viaje? ¡No te puedes imaginar cómo llenaba yo la agenda antes de venir al monasterio! Pero ahora me toca vivir una relación nueva con mis amigos y familia: desde el Ser, desde el Estar no tengo nada más que ofrecer cuando vienen a verme; parece complicado en este mundo de prisas-actividad en que vivimos y sin embargo, me siento más unida a ellos que nunca.
Recuerdo cuando una vez me dijeron que la amistad es entrega, la amistad es dar al otro parte de ti y culmina cuando el otro hace lo mismo contigo. Y no me refiero sólo darte haciendo mil favores. Dar parte de ti abriendo tu corazón, compartiendo tus preocupaciones, tus inquietudes... Y compartir no es vivir dando siempre consejos quedando por encima del otro o hablar de ti mismo continuamente. ¿Cuál es tu siguiente plan? ¿por qué no quedamos simplemente para Estar, para profundizar en la amistad? Hablar de tus sentimientos, alegrías, contrariedades, escuchar de forma activa y con atención sin pensar en lo siguiente, acoger el consejo oportuno, sin mirar el móvil...
Ya sé que da vértigo hablar de lo que tenemos dentro o tener que estar con el otro en una situación complicada y duradera pero es ahí donde das parte de ti al otro. Que el siguiente plan que organices apunte a la verdadera amistad, a descubriros mutuamente por dentro, ponerte en el lugar del otro y buscar lo mejor para él. Sin necesidad de circunstancias o actividad. No olvides llevar al Señor como invitado, háblale de tus amigos, pídele que ponga en tu boca la palabra oportuna y dale gracias por el don de la amistad.
¡VIVE DE CRISTO!
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