15 Enero 2014 (Dejarse Vaciar)

                                   Hola buenos días hoy nos lleva al Señor, Sión. Pero antes os quiero comentar una cosilla:

                                   Los días 24,25 y 26 de enero tenemos jornada monástica, hay cinco plazas libres, si alguno se quiere animar estas a tiempo, lo que necesitas es: querer tener una experiencia vivencial del amor de Cristo en tu vida. Experimentar que El esta vivo y quiere que tú seas feliz.

                                   Si te animas llámanos al 947 17 02 31 o escríbenos a vivedecristo@gmail.com y te contaremos más.

                                   EL JABÓN BOCA ABAJO

                                    En el lavabo del Noviciado tenemos un dispensador de jabón de manos, de esos normales y corrientes, decorado con el escudo de la Orden.

                                    Hace un par de días descubrí que a penas quedaba jabón. Abrí el dispensador, cogí el bote de jabón tamaño familiar, y me puse a rellenarlo. A punto de terminar la operación, el bote grande también llegó a su fin. Bueno, más o menos, porque ya se sabe que en estos botes tan grandes se necesita mucho tiempo para dejarlos realmente vacíos. Siempre se queda un poco de jabón en el fondo, ¡y cómo cuesta hacerle caer...! Así pues, cerré todos los chismes, puse el dispensador en su sitio y el bote de jabón cerca de él, pero boca abajo: en estos casos, lo mejor es dejar que la fuerza de la gravedad actúe...

                                    Claro, la cuestión es luego volver a terminar la obra, pero se me olvidó por completo. Ya sabéis cómo somos y, un par de días después, hemos integrado perfectamente el bote dado la vuelta como parte de la decoración del baño.

                                    Esta mañana, mientras me lavaba los dientes, he caído en la cuenta de que el bote seguía ahí. “¿Qué opinas de esto, Señor? Si lleva tantos días aquí, seguro que quieres decirnos algo..." Ahora estoy en la oración, y ésta es la respuesta que me ha dado:

                                    Hoy el reto del amor es dejarte poner boca abajo. Lety siempre nos explica que la felicidad de un cristiano está en abandonarse totalmente a Cristo, dejar que él lleve tu vida totalmente.

                                    Seamos sinceros. Cualquiera de nosotros estamos dispuestos a entregarle mucho. Siendo precisos, la inmensa mayoría estamos dispuestos a entregarle... casi todo. ¡Ése es el problema! ¡El “casi"! Con más o menos facilidad podemos dejar en manos de Cristo el 99% de nuestra vida, pero, ¡cómo cuesta entregar ese 1%! ¡¡¡Igual que el bote de jabón!!!

                                    No te voy a engañar, querido bote de jabón. Si das permiso a Cristo para que tome el 100% de tu vida, ¡lo pondrá todo patas arriba! ¡No te imaginas hasta dónde puede llegar su creatividad! Ahora bien, también es cierto que, por cada gotita de jabón, te devolverá cien veces más en felicidad. Y eso no sólo te lo digo yo... ¡es que lo ha prometido él!

                                    Así pues... ¿te dejarás dar la vuelta, botecito de jabón? ¡Feliz día!

 ¡VIVE DE CRISTO!

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