Hoy es sábado, y parece que eso de estar en fin de semana es como si fuese un día de descanso, un día "para mi y mis cosas". Pero hoy tengo una buena noticia para ti, ya no tienes que quedarte solo, hoy no tienes que cuidar resignado de tus hijos o, si te toca, ir a trabajar como un vagabundo que le gustaría hacer otra cosa.
Tengo una buena noticia, hoy el Señor te espera, te quiere encomendar una misión. Desde que te levantes hasta que te acuestes te va a ofrecer miles de oportunidades para entregarte a la misión, a Él, y a los demás.
Seguro que nada mas levantarte tu familia requiere de tu ayuda, aunque sea la cosa más sencilla del mundo, como ir a la compra, hacer un recado, o alguien te pide cuidar de los niños. No importa, hoy es para ti tu misión.
Y tienes dos opciones querer o no querer. No importa cual te suma de buenas a primeras (que suele ser NO, (a las monjas también nos pasa)), sino que salgas de ti mismo y descubras que es una misión, que Cristo te llenará de alegría, y el día estará lleno de inesperadas sorpresas.
Hoy no hagas las cosas sin mas, como si de cualquier día se tratase. No te quedes en el sofá, pues te perderás la Alegría de vivir, la sencillez de darte a los demás.
Y me preguntará, ¿por qué tengo yo que hacer esto? Y hay respuesta. No es que tengas que hacerlo, puedes quedarte como un sábado más, pero has de saber que hay una Persona que te habla a gritos intentando hacerse escuchar, intentando decirte que no estás solo, que Él te sigue esperando, que está deseando que hoy experimentes Su Amor. Pero, ¿de verdad quieres experimentarlo?
Hoy el reto del Amor es entregarte a la Misión.
¡VIVE DE CRISTO!
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