Ayer recibí una llamada y me decía: que suerte tienes de ser feliz, ella pensaba que la felicidad es ausencia de sufrimiento, y esto no es verdad. La felicidad continúa existe y es real a pesar de que muchos piensen que sólo existen momentos de felicidad. Pero que es realmente la felicidad? Sentirte amada en lo más profundo de tu ser, que la persona que te ama no te juzga, te acoge continuamente, te abraza y te dice cuando te ve asustada, tranquila mi pequeña. Ese amor de esa persona es la felicidad. Y ese amor yo le he descubierto en Jesucristo, el nunca me ha echado nada en cara y mira que he sido una bala pérdida, nunca me he sentido juzgada, al revés cuando veo su amor sobre mi, ese amor es el que me hace cambiar. Pero el amor de Cristo no es ausencia de sufrimientos o problemas.
Es Imposible atravesar la vida sin que un trabajo salga mal hecho, sin que una amistad te cause decepción, sin padecer alguna enfermedad, sin que un amor nos abandone, sin que nadie de la familia fallezca, sin equivocarse en un negocio. Ese es el costo de vivir. Sin embargo lo importante no es lo que suceda, sino, cómo se reacciona y de la mano de Quien reaccionas. Si te pones a coleccionar heridas eternamente sangrantes, vivirás como un pájaro herido incapaz de volver a volar.
Pero si te paras con Cristo entras en una iglesia le miras fijamente al Sagrario donde esta El realmente presente y le pides que te muestre su amor, que puedas vivenciar su amor, te darás cuenta que para ser feliz solo necesitas el Amor.
Hoy el reto es que de camino al trabajo, a la compra, a la universidad, pares un momento en una iglesia no te quedes en el último banco, sube arriba mírale y pídele que tu corazón sienta su amor, que tu corazón queme, que su amor sea vivencia en tu vida.
La FELICIDAD existe búscala.
¡VIVE DE CRISTO!
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