Hace dos semanas, una de nosotras cogió un buen resfriado, era gracioso verla estornudar y como una de las mayores se tapaba la cara de mil maneras para no ser contagiada ¡Pensábamos que exageraba! pero que va...pasaron los días y ahora estamos rodeadas y ella como una rosa ¡diez monjas de dieciséis con catarro! Cada una según la edad toma sus antídotos pero la realidad es que el proceso y los síntomas son comunes: cansancio, mocos, tos, alguna con afonía...y así una semana como mínimo. Pero el ver que todas pasamos por lo mismo es un auténtico consuelo. Si te das cuenta, estamos rodeados de factores contagiosos: desde virus, pasando por los típicos bostezos hasta los sentimientos mas dispares (risa, miedo, tristeza...).
El reto de hoy es dejarte contagiar, ya sé que tu médico te recomienda lo contrario pero Cristo no. Hoy no te tomes las vitaminas, no te sientas más fuerte que nadie, mira a tus compañeros de trabajo, a tus hijos, amigos o familiares... quizá te cuenten una alegría, algo que les produce tristeza, una preocupación...acércate sin mascarilla. Esto te permitirá disfrutar de verdad con lo que el otro disfruta, alegrarte con sus logros, darle la mano de verdad en el dolor, contagiarte con sus sentimientos... en definitiva hacerte uno con el otro. Y no olvides que si necesita medicina, es sencillo en estos casos basta con un genérico:"Cristo".
Hoy no tengas miedo de ser contagiado.
Hoy no tengas miedo de ser contagiado.
¡VIVE DE CRISTO!
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